El domingo pasado vino un grupo a la bodega para hacer una visita y almorzar en las dependencias que habilito eventualmente para estos menesteres, fueron 14 aunque en un principio eran 18 pero es normal que fallaran 4 personas por las fuertes nevadas que nos acusaron el domingo y tenían que venir desde Granada y el puerto de la mora estaba cerrado como es habitual cada vez que nieva.
El grupo rondaba los 35 años de media, un turismo que va en aumento mezclando se el turismo rural y el interés, por iniciarse en el conocimiento del vino, me bombardearon con un sin fin de preguntas lo cual indica el interés que demuestra el creciente cambio que se está experimentando en el consumo de vino de calidad y para ello eligen adquirir los conocimientos en la misma bodega.
Después de la charla pasamos ha degustar los vinos, dando una charla de como estaban elaborados y las peculiaridades de cada uno y las sensaciones que cada un@ experimentaba.
Creo que disfrutaron de la charla y de lo que probaron, ha continuación empezamos ha servir los platos del menú que constaban de entrantes, pastel de setas, verduras y gambas con ensalada de 5 tipos diferentes de lechuga con pasas y beicon frito. El primer plato fue Fideuá con marisco y de postre tarta tatim, de manzana y 2 horas de sobremesa acabándonos los vinos que quedaban por probar.
Un placer con personas tan encantadoras.
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